Aunque hay mucho que negociar, prometen que habrá acuerdo
La Opinión
SACRAMENTO, California.– Una semana más tarde de lo anticipado, se llevará a cabo la sesión extraordinaria de la Legislatura para rescatar de la bancarrota a la empresa de distribución de electricidad Southern California Edison y, así, comenzar a sanar las heridas que ha causado la crisis energética en el estado.
Esto sucede en momentos en que una coalición pública advierte sobre las nefastas consecuencias de que el presupuesto estatal no reponga las sumas gastadas durante la crisis energética para comprar energía cuando las empresas de distribución se vieron enfrentadas a un cese de pagos.
El gobernador Gray Davis optó por el 9 de octubre para reabrir las negociaciones con los legisladores que, hasta el momento, no han llegado a concordar cómo lidiar con la deuda de 3,900 millones de la compañía eléctrica.
“Todos estuvieron de acuerdo con el aplazamiento de una semana”, dijo a La Opinión el portavoz del gobernador, Roger Salazar. “Hasta el momento, hemos tenido conversaciones productivas, pero aún no se ha llegado a una resolución”.
La convocatoria viene dos semanas después de que la Legislatura salió a receso y justo durante la semana de trabajo más intensa para Davis, en su labor de aprobar o vetar diferentes proposiciones de ley.
La decisión inicial de Davis de convocar a una sesión extraordinaria de la Legislatura fue criticada por los opositores al rescate de Edison.
“Es obvio que quiere presionar y amenazar a nuestros legisladores con el veto de sus propuestas”, dijo a La Opinión Joe Newlin, de la Fundación de Derechos del Consumidor y el Contribuyente. “Su plan de rescate nunca ha sido popular y, con esta convocatoria, sólo está comprando tiempo”.
El senador John Burton, demócrata San Francisco, se opone al plan de Davis y no quiere que su nombre aparezca en un plan que perjudique al consumidor. Sin embargo, Burton dijo a La Opinión que está de acuerdo con la sesión extraordinaria, únicamente si el plan del gobernador es justo.
“Hay mucho por negociar”, agregó.
Fondo general
La semana pasada, el tesorero del estado, Phil Angelides, anunció un plan de 12,500 millones de dólares con el fin de pagar el préstamo que el gobierno californiano tomó del fondo general para comprar energía eléctrica a principios de año. El gobernador Davis autorizó al Departamento de Recursos Hidráulicos que negocie la adquisición de energía eléctrica, mientras se formalizaban los contratos de suministro eléctrico a largo plazo. La desregulación de las compañías eléctricas llevó a Edison al borde de la bancarrota después que los proveedores de electricidad les cobraron precios altísimos.
Angelides advirtió que si los bonos presupuestales no son repuestos para el final del año fiscal, California podría caer en una recesión para mediados del próximo año, con un déficit de 9,000 millones de dólares. Ayer, en una rueda de prensa, miembros de la Coalición para Restaurar el Presupuesto dijeron que los efectos podrían ser desastrosos.
“La situación es precaria”, dijo a La Opinión Jean Ross, directora ejecutiva del programa. “Nuestras escuelas, departamentos de policía y servicios públicos, podrían perder fondos drásticamente”.
La coalición está formada por miembros de dependencias estatales, instituciones religiosas y de seguridad pública de California.
El 1 de febrero, el gobernador Davis firmó la ley AB1x, un plan de pago que incluiría la venta de bonos de ingreso, pagados por el consumidor, para cubrir las deudas del mercado eléctrico. Según la ley, la Comisión de Servicios Públicos (PUC) debía reglamentar esta emisión de bonos.
Sin embargo, ocho meses después, los comisionados no se han puesto de acuerdo y ni un centavo se ha pagado. Mañana, en una reunión en San Francisco, la comisión discutirá posibles soluciones al problema. Varios miembros de la coalición anunciaron que estarán ahí para poner presión.
“Exigimos que la Comisión de Servicios Públicos entre en acción”, dijo Ross. “Ahora es el momento, y no dentro de un año”.
Aunque admite que ha habido un descenso económico en las últimas semanas, la contralora Kathleen Connell dice que hasta el momento no anticipa una emergencia fiscal.
“No hay crisis en nuestro presupuesto”, aseguró. “Los posibles efectos en la economía de la actual situación nacional, no incidirán hasta mediados del 2003”.
Grupos del consumidor están de acuerdo con el pronóstico de Connell, diciendo que, si llega a haber una recesión, se deberá más a los efectos en el turismo por los ataques terroristas, que por la crisis energética.
“No queremos que todo se caiga en mil pedazos”, dijo la senadora Sheila Kuehl, quien, aunque no está totalmente de acuerdo con el rescate de la compañía Edison, dice que la sesión extraordinaria es de suma importancia para el futuro del estado. “Queremos solucionar el problema de Edison antes de que llegue a afectar a toda California”.
El gobernador dijo en un comunicado de prensa que ésta es una época incierta para la economía del estado.
“Pienso que mi Administración y los miembros de la Legislatura podremos trabajar juntos responsablemente, para evitar mayor incremento al precio de la electricidad y más despidos”.